Siempre en positivo
Te encuentras en un momento de forma espectacular. Probablemente, se estén tratando de tus mejores meses en cuanto a rendimiento físico, habiendo logrado mejorar en cada una de las facetas que te has propuesto, ya sea resistencia, fuerza, aumento de masa muscular… Sin embargo, en un gesto cotidiano, como puede ser el levantarte de la cama, notas un “chasquido” en la espalda que te deja “chascado”. Tus peores pensamientos se confirman una vez acudes a realizarte las pruebas pertinentes: estás lesionado.
La historia anterior, aunque inventada para el artículo, resulta verídica, no solo si buscamos y preguntamos entre las personas afines al mundo de los hierros, sino si acudimos a la historia y repasamos los numerosos casos de deportistas de élite que, estando en el mejor momento físico de sus carreras, cayeron lesionados de gravedad. En ese momento, sentimientos negativos inundan a la persona y esta es incapaz de ver más allá, puesto que sabe que todo el progreso que llevaba hasta ahora, en un instante, se ha esfumado. ¿Lo peor? Lo peor viene cuando la vocecilla de su cabeza comienza a decirle que no volverá a recuperar el nivel alcanzado y que, con toda probabilidad, tenga que abandonar sus sueños.
Nada más lejos de la realidad. Una lesión, salvo casos muy graves y concretos, no debe significar, nunca, ponerle final a tus sueños. No obstante, en el caso de que debas abandonar la práctica que estabas realizando, no es sinónimo de que no puedas volver a soñar por un camino diferente. En este aspecto, el trabajo de recuperación psicológico resulta, incluso, más importante que la recuperación física, la cual, a base de un proceso de rehabilitación y posterior fortalecimiento de la zona afectada, se dará.
El trabajo mental, en el deporte en general, es de vital importancia. Nuestra cabeza tiende a estar programada para darle mayor importancia a las cosas negativas que nos ocurren antes que observar todo lo bueno que tenemos a nuestro alrededor. De esta manera, pese a gozar de una buena salud, nos fijaremos más en el trabajo agotador que tenemos o, pese a tener una pareja que nos apoya y está con nosotros, pondremos toda nuestra atención en llegar con solvencia a final de mes. En el tema que tratamos, no debemos centrarnos en que hemos caído y estar lamentándonos en cada esquina, sino en llevar a cabo el proceso de recuperación de manera óptima, saber que nuestro cuerpo será capaz, no solo de recuperar el nivel, sino alcanzar un rendimiento superior a base trabajo, disciplina, tiempo y, especialmente, ser conscientes de que nuestra familia, nuestra pareja y nuestros amigos están con nosotros.
Desde estas líneas, te invito a que, si estás pasando por un mal momento, ya sea por lesión o por diversos problemas personales, mires siempre el lado bueno de las cosas y te centres en hacer de ti una mejor versión, mental y física. Eres más fuerte y vales más de lo que crees. No dudo, en ningún momento, que te levantarás más fuerte, con mayor madurez y, sobre todo, con más ganas de ir a por todas. La vida es una lección continua y tenlo claro: un final es siempre el comienzo de algo nuevo. Actitud positiva.
Javi MMTenerife