¿Qué me estás pidiendo? La pregunta es qué estás dispuesto a hacer
¿Qué es la vida? La vida es esa serie de cosas que nos suceden con el paso de los años y que, en base a nuestros actos, hacen de nosotros el tipo de persona que somos en la actualidad. No importa el ámbito al que nos refiramos: educación, familia, relaciones de pareja, deporte… Cada uno de estos ámbitos contribuye, en mayor o menor medida, a desarrollar nuestra personalidad y nuestra manera de enfrentar las diversas situaciones que nos va presentando la vida.
Eres lo que superas. Ya sea a nivel educativo (formativo), en el que tendrás que afrontar diversos niveles de evaluación, a cada cual más complicado que el anterior, y que asentarán los cimientos teóricos que con posterioridad deberás poner en práctica en el mundo laboral, o en cuestiones familiares o amorosas, donde muchas veces deberás hacer frente a disputas, rupturas y, en el peor de los casos, fallecimientos, la realidad es que cada día se presenta ante ti la oportunidad de demostrar quién eres y quién quieres ser.
No debemos caer en el erróneo pensamiento de que sea la vida quién nos está pidiendo que actuemos de una u otra manera. Simplemente, se nos presentan las piezas del juego y somos nosotros quienes decidimos de qué manera queremos hacer que encajen para que, en base a ello, obtengamos uno u otro resultado, teniendo siempre presente que su encaje afectará también a terceros. Podemos encajarlas “de aquella manera”, sin ningún tipo de esfuerzo, optando por lo fácil, y obtener vivencias desagradables, que harán de nosotros personas egoístas, simples y con escasas vistas de superación, o podemos inclinarlos por estudiar cada una de las variables, observando con detenimiento los pros y los contras de nuestra decisión, sabiendo con ello que, aunque nunca vaya a llover a gusto de todos, somos personas extraordinarias por el simple hecho de no contentarnos con un resultado aleatorio y tener siempre presente el “lo mejor para todos”.
A pesar de que tendemos a mirar por nosotros mismos, el contexto de esta realidad invita a pensar que cada uno de nuestros actos actuará cual pieza de dominó, desencadenando toda una serie de escenarios, aunque no lo creamos o, egoístamente, no queramos verlo. Desde aquí, quiero invitarnos a actuar de manera crítica y responsable y a hacer que la vida merezca la pena y la alegría. Porque, si bien todos queremos estar en las buenas, hacen falta situaciones difíciles que saquen lo mejor de nosotros y pongan a prueba qué tanto estamos dispuestos a hacer para obtener, no solo nuestra felicidad, sino la de resto. Quiero invitarme, quiero invitarte, a ser nuestras mejores versiones.
Javi MMTenerife