El problema de los «gainers»
Vivimos en un mundo en el que todo lo queremos hacer deprisa, en el que queremos ver resultados rápidos y en el que el trabajo y la disciplina se está dejando, cada vez, más de lado. Seamos sinceros, nadie quiere aquello que le vaya a suponer un esfuerzo prolongado en el tiempo y en el que vaya a tener que hacer numerosos sacrificios. Es aquí donde radica uno de los principales problemas del «gainer», o dicho de otra manera, ganador de masa, uno de los principales suplementos en el stock de las tiendas.
Sin querer desprestigiar al suplemento como tal, sí que es cierto que no tengo una «buena imagen» de él y, salvo para un caso en particular que más adelante comentaré, no me parece un suplemento adecuado para ningún tipo de objetivo que se tenga. Por regla general, cada dosis de este suplemento suele llevar una elevada cantidad de hidratos de carbono (la mayoría procedente de azúcares), una pequeña parte de grasas y una cantidad moderada de proteínas, proporcionando de esta manera un número elevado de calorías, siendo habitual su consumo en personas de constitución delgada que buscan un aumento de masa muscular.
Como hemos visto, se trata de un producto con un elevado aporte calórico y que, en principio, nos debe hacer subir de peso. ¿Lo habéis notado, verdad? Tenemos que aprender a diferenciar un aumento de peso y un aumento de masa muscular. Un aumento de peso en la báscula puede darse de un día a otro perfectamente, ya sea por pesarse en diferentes momentos del día, haber ingerido una comida copiosa el día anterior u otros numerosos factores. Sin embargo, un aumento de masa muscular es un proceso muy costoso y que conlleva un tiempo prolongado. Se ha de tener claro que el organismo tiene un límite para crear tejido muscular y que, por mucho más que le proporcionemos, no va a crear más y, por consiguiente, sí comenzará a acumular más.
Resumiendo, para crear tejido muscular es necesario un aporte extra de calorías en la alimentación, es decir, un superávit calórico moderado, ya que si nos encontramos con un extra desmedido de calorías, el cuerpo comenzará a acumular tejido graso y líquidos (con todas las consecuencias negativas que ello acarrea). De esta manera, y sabiendo que el superávit debe ser moderado, el único motivo por el que se podrían recomendar (y, aún así, habría opciones mejores) es que la persona a asesorar tenga planificada su alimentación en base a las calorías que necesita y estructurada de acuerdo a un buen reparto de macronutrientes (hidratos de carbono, grasas y proteínas).
En conclusión, el problema de este tipo de suplementos, como siempre suele ocurrir, es la desinformación. Muchas de las personas que lo adquieren no poseen los conocimientos necesarios sobre alimentación, entrenamiento o suplementación, buscan un aumento y unos resultados rápidos o están aconsejados por el primer «iluminado» de turno. Como siempre aconsejo, haz las cosas despacio y con cabeza, siempre mirando a lo lejos, creando una base sólida sustentada por los tres pilares básicos: nutrición, entrenamiento y descanso. No tengas prisa, sé constante, trabaja duro y, sobre todo, disfruta el camino. Lo mejor está por llegar.
Javi MMTenerife