No pain; no gain
Si recién has comenzado tu vida fitness o eres ya un asiduo del mundo de los hierros y la vida sana en general, con total probabilidad te resultará familiar el lema “no pain, no gain”. En el artículo de esta semana vamos a analizarlo.
Este lema, del que se ha hecho un uso frecuente en las innumerables campañas publicitarias que se encuentran detrás de los gimnasios, marcas de suplementación y revistas, viene a decir que “sin dolor, no hay recompensa”. En cuatro palabras es un eslogan contundente y motivador que, a cualquier amante de este estilo de vida, le sirve para apretar los dientes y conseguir ir un paso más allá en vistas a su objetivo. Sin embargo, por desgracia, entendiéndolo de manera literal y llevándolo al extremo, podría acarrear graves consecuencias físicas y psicológicas.
Todos somos conscientes de que, para obtener buenos resultados, hemos de realizar un esfuerzo del mismo grado, o incluso superior (ya sabéis el dicho, “si estudias para el 10, puedes sacar un 5; si estudias para el 5…”). De esta manera, centrándonos en este nuestro estilo de vida, habremos de realizar ciertos sacrificios y sacar lo mejor de nosotros en aquellos momentos de debilidad, buscando el apoyo en nuestros familiares, amigos y gente cercana, quienes podrán ofrecernos consejos y puntos de vistas diferentes para lograr alcanzar nuestra meta.
Lamentablemente, tendemos, muchas veces, a llevar las cosas a los extremos, viendo todo blanco o todo negro, sin fijarnos y prestar atención a la amplia gama de grises que se encuentran entre ambos. Con este eslogan ocurre exactamente lo mismo: son tales nuestras ganas y nuestra motivación que hacemos caso omiso a las señales que comienza a transmitir nuestro cuerpo en forma de pequeñas molestias y contracturas, a nivel físico, y de falta de concentración y pensamientos negativos, entre otros, a nivel mental, y seguimos machacando todos y cada uno de nuestros músculos hasta la extenuación. ¿Consecuencias? Llega el estancamiento en nuestro rendimiento deportivo, siendo incapaces de lograr mejoras a ningún nivel, y las terribles lesiones, algunas de las cuales podrían mantenernos en el dique seco una larga temporada en caso de tener cierto nivel de gravedad.
Con el artículo de hoy quiero que seamos conscientes de que hemos de entrenar y mantener un estilo de vida saludable, pero sin tender hacia los extremos; hemos de buscar mantener un rendimiento físico sin privar nuestra salud mental; hemos de buscar el progreso y la mejora siempre, pero teniendo la suficiente sensatez como para saber el nivel en el que nos encontramos y el límite que, de momento, no podemos superar. Está en nuestra mano buscar una mejora paulatina, pero consistente y duradera en el tiempo, o resultados efímeros que no hagan avanzar un paso y retroceder dos. Entrenad, cuidaros, divertiros y disfrutad este estilo de vida porque, solo así, lograréis lo mejor.
Javi MMTenerife