Segundas opiniones siempre fueron buenas

Resulta curioso como hoy en día, en el que vivimos en un mundo plagado de medios con los que obtener suficiente información, es uno de los períodos de la historia en el que peor informados estamos y en los que, por lo tanto, tendemos a creer en todo aquello que leemos en los medios de comunicación o que sale por la boca del iluminado de turno. Ya sea por pereza, o simplemente porque creemos firmemente en la vía por la que obtenemos las últimas novedades, tendemos a no cotejar la información en otros caudales, lo que hace de nosotros un «producto» sencillo de manejar.

No importa el tema a tratar, ya que se trata de un recurso utilizado desde los informativos, en los que se observa claramente como un suceso se trata de manera diferente dependiendo el canal, hasta las grandes marcas de suplementación, cuyas campañas de márketing, muchas veces, tienden a hacer creer que sus productos son los «definitivos».

Centrándonos especialmente en este nuestro mundo, se observa en determinadas marcas una relación un tanto peculiar: mayor campaña de márketing – producto más caro – peor calidad. ¿La razón? Es sencilla. La marca se vale de haberse cultivado una imagen en sus comienzos en base a productos de calidad excepcional y con deportistas patrocinados de élite para, con el paso de los años, subir el precio de sus productos (en el mejor de los casos el precio se mantendrá) pero ofreciendo una peor calidad debido a sus ingredientes baratos, obteniendo un beneficio mucho mayor. Más por menos, ley empresarial (muy a nuestro pesar).

Por eso, desde aquí, os invito a que busquéis, no solo una segunda, sino una tercera y una cuarta opinión. Nunca os quedéis con una sola referencia. Informaros bien de lo que os están vendiendo, de los ingredientes utilizados, si realmente es el producto que estáis buscando o si existen en el mercado productos de similares características. Una vez tengáis la suficiente información, comparad. Nunca os dejéis llevar por el precio o la reputación de una marca meramente ya que, aunque en líneas generales, mejor calidad es sinónimo de más dinero, no siempre es así y, para determinar el precio de un producto, las empresas tienen en cuenta otros muchos factores (distribuidores, instalaciones, oferta-demanda…).

Para finalizar, desde MásMúsculo, nos comprometemos, siempre, a la transparencia con nuestros clientes y ofrecerles toda la ayuda que necesiten, garantizando nuestro compromiso con cada uno de ellos porque, al final, ellos son MásMúsculo.

Javi MMTenerife